UN ALEJANDRO NAPOLEÓNICO
Lentamente como un dios
te abres paso en el Universo
para provocar los versos
más Idílicos y Serenos.
El sol de tu bandera
ondea al viento en Normandía,
conquistador sin fronteras
de candidez policroma.
Como un haz de luz llameas,
tú, relumbrante estrella antropomorfa,
de timbre diáfano y resonante
en la cornisa ya eres historia.