EL RINCÓN VACÍO DE NUESTRO RECUERDO
Se me hace tan extraño tratarte como a un extraño después que eras mi pilar, mi fortaleza, mi héroe, mi maestro... No es fácil volver a sembrar cuando quedan brotes tiernos de rosas en el terreno. Es ilógico pensar en una reconciliación porque nuestras mentes nos dicen que la ruptura es lo correcto, que estar juntos significa dejar el fuego con el hierro y que no hay lugar para una nueva oportunidad en el rincón vacío de nuestros recuerdos.
Cuando te conocí era como un frágil filoma creyendo ser un robusto abeto. Me creía madura, sagaz y valiente y mis anhelos más fabulosos en el eco más profundo abonaron la semilla de mi ego. Tu enorme seguridad con un porte magistral y esas ganas de vivir me hicieron verte como una proyección de lo que yo quería ser...y entonces desperté...
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