BATALLA INTERNA
Batallaste la soledad en compañía peleaste fuertemente con la melancolía,
intentaste encontrar tu espacio,
pero tu son seguía sin son y tu balada sin melodía.
En tu camino caíste derrotado por la gran furia de la ignominia,
fuiste presa del desdén de los absurdos días de la monotonía
donde el espacio se hace inmenso y el tiempo miserablemente eterno;
pero lejos de dejarte arrastrar por los demonios del infierno
supiste seguir la luz y darle a tu rumbo un timón,
darle a tu cóctel su guinda y a tu sabor su sazón.
Has descubierto cristales en tu mina mineral
y ahora disfrutas glorioso de tu gran hallazgo.
Encontrarse a sí mismo no es fácil,
ciertamente porque no todos somos curiosos.
No todos tenemos la capacidad de introspección
que le da a la sinrazón
la razón de poder hurgar en un terreno altamente peligroso: nuestro interior...