UN VIAJE DESTINO LA LUZ
Hace tiempo nos avisaste de tu viaje.
Al principio, tus ganas de irte no eran grandes.
Tenías miedo, eras cobarde,
pero poco a poco veías que tu cuerpo era frágil
y que su decadencia no era nada grácil
La agonía de estar entre dos mundos era interminable,
en ocasiones te derrumbabas,
intentabas irte a tu manera,
pero el tren aun no pasaba.
Tú, hombre grande y fuerte
estabas perdiendo la fe,
la que en tu vida era intermitente,
pero ¿quién no la pierde?
¿Quién? ¿Dime quién?
Al momento de partir
estabas alegre,
"Si yo no duermo aquí nadie duerme"
Presentías que tu agonía
iba a desaparecer.
Descansarías de esta vida
plagada de vaivenes
y pasarías a una escala superior
donde el dolor es amor y el sufrimiento es paz.
Todos te despedimos en el anden de césped,
estamos contentos porque vas a descansar,
pero a la vez estamos decaídos, tristes
porque en esta vida no te veremos más
Aunque ¿te digo un secreto?
ya eres un ángel
que nunca nos va a abandonar.